viernes, 12 de julio de 2013

No me conoces

Me juzgas y valoras, pero no tienes todas las piezas. Piensas que me conoces y no te has preocupado de asegurarte que es así. Tu soberbia y superioridad te hacen pensar que eres capaz de saber más allá de lo que callo.


Y callo... callo muchas cosas, mantengo silencio sobre la apatía que me recorre todo el cuerpo a diario, aunque saque una sonrisa e intente seguir al mundo, porque el mundo quiere sonrisas y has de dárselas si no quieres que te deje de lado. Callo la impotencia que siento al mirar dentro de mi y no entender dónde quedaron esas ilusiones y expectativas, los planes y los deseos. Callo el decir en voz alta que no estoy bien, porque sino no habría futuro... y por callar se ha acabado, ya que juzgaste por mi silencio sin ni quiera asegurarte qué había detrás de él, y en vez de ayudarme con tu energía, en vez de darme motivos para querer explorar, de darme opciones que me pudieran descubrir de nuevo esas ilusiones perdidas.... me abandonas, porque tú las tienes y yo no, porque asumiste que era apatía, falta de compenetración y de afinidad, no entendiste que sigo luchando con un enemigo más poderoso que el mismo mundo, lucho contra mi propia oscuridad que amenaza con devorarme del todo, por ello al recuperarla, me aferraba a la luz que me proyectabas, para poder encontrar la mía entre las sombras y que, en muchas ocasiones y con grata sorpresa, descubría que era la tuya misma.

Reconocer la verdad cuesta, decirla en voz alta más, pero contaba con que disponía de un margen mayor de tiempo e igual poder cambiarla...

1 comentario:

  1. Y en su momento callamos cosas que ahora ya no han de ser dichas, pero que habrían de ser tenidas muy en cuenta, tales como esas frases que llegaban a nuestro pensamiento en momentos de reflexión: "me creas depresión". Quizás si hubiese sido pronunciada podría haber servido para concienciar una conducta equivocada y hacer ver que la actitud era una respuesta a un estímulo erróneo... o quizás hubiese sido un motivo para acelerar la conclusión. Todo hubiese dependido de las verdaderas intenciones que había detrás y de las ganas reales de sacarlo adelante.

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