Hemos ido avanzando, dejándonos llevar por donde estaba el hilo, hasta que de repente nos encontramos que está roto, su extremo en nuestras manos, miramos al horizonte y no se atisba el otro pedazo. Es hora de buscar nuestro camino por nosotros mismos...
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Y casi que ni esperanza ya, porque a medida que me lo planteo, más convencida estoy de... para qué?
ResponderEliminarsin esperanza... qué me queda entonces?
ResponderEliminarDesprecio y vergüenza, de tu parte a mi, al ver como haces y vienes con quienes mantenías apartados de mi y, también entonces, de ti. ¿Tanto te avergonzabas? Siento rabia por tus mentiras y por saber que nunca tuviste la intención, porque está claro que en el fondo nunca quisiste, nunca hubo ni diste oportunidad. ¿Por qué jugaste entonces? ¿por qué me buscaste?
ResponderEliminarY quisiera decírtelo a la cara, para que supieras que lo sé, que no soy tan tonta como piensas, para que te enfrentes a lo que en realidad has hecho y te haga por lo menos pensar que mal lo has hecho, para por lo menos alimentar la esperanza de pensar que no soy tan prescindible y que me reconozcas que la duda está ahí, que no todo está tan claro... aunque ya no importe...
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