lunes, 11 de marzo de 2013

Sensibles

Las personas sensibles no están hechas para soportar este mundo. Aquellas personas que se alimentan de detalles y momentos están condenadas a sufrir, a menos que se encuentren rodeados de seres similares a ellos, y estos escasean.

No hablo de aquellos que se vanaglorian de tener sensibilidad artística, de entender los entresijos de la política, de preocuparse por la sociedad. Me refiero a aquellos pocos que distinguen la diferencia entre un mensaje y un llamada, aquellos que cuidan las palabras porque saben que pueden herir mucho más que algunas armas, aquellos que cuando actúan piensan en los demás, no sólo en ellos mismos, y que aprecian aquellas acciones no pensadas que demuestran más aprecio y sentimiento que aquellas que por una razón u otra están estipuladas.

Ya no es sólo el sentimiento de soledad al verse únicos, sino los momentos de abandono al percibir la desidia de los demás hacia su persona o falta de esos detalles que elevarían su ánimo al sentirte apreciados.

Y es por eso que deben educarse y pensar más en ellos, no esperar que la gente actúe como ellos porque, al no ser iguales, aquellas faltas de detalles se les traducen en pequeñas ofensas que les hacen sentir degradados, tristes y abandonados.

Hay que aprender a querernos un poquito...

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