viernes, 14 de marzo de 2014

Memoria

Pocas cosas le hacían sentir especial, diferente, algo en que los demás difícilmente la igualaban. Recordaba casi todos los detalles, los momentos, las fechas especiales y todo aquello a lo que podía darle un significado. Y eso le hacía dar un valor especial a una calle, una canción, cualquier versión de algo que sabía que le gustaba a alguien, recordar a aquellos que no estaban en un detalle o una expresión. Todo ello le hacía sentirse cerca de la gente, sentía que los conocía y que a través de esas pequeñas cosas les demostraba que los apreciaba, que los quería, porque su memoria sólo reflejaba lo que latía en su corazón.
Esa memoria, que tanto la enorgullecía, se convirtió en una memoria maldita que no la dejaba olvidar y seguir adelante, que mantenía vivo todo aquello que murió, haciendo que llorase su pérdida constantemente, cada día, como si lo acabase de perder.
Y los meses pasaron, y ahí sigue, atrapada en sus recuerdos. Vive dos vidas en una, la que va haciendo poco a poco, por la que avanza lentamente como a través de la niebla, como en un sueño, y la vida por la que llora cada día recordando, porque es incapaz de frenar su memoria, porque cada día que recuerda revive el dolor de la pérdida, el dolor del futuro que ya no será, las ilusiones perdidas y los esfuerzos malgastados. Los recuerdos perdidos son más nítidos que el sueño en el que vive ahora, desea esos recuerdos, es lo único que le queda de las esperanzas de aquel tiempo, pero la están consumiendo, y lo sabe, sabe que la devoran poco a poco por dentro y que ha de hacer algo o acabarán destruyéndola, acabará destruyéndose. Y sin darse cuenta está acumulando una pequeña cantidad de veneno cada día, veneno con el que se nutre para hacer frente a los recuerdos, sacando el filo envenenado detrás de cada detalle para dejar de idealizarlo, para hacerse cada vez más fuerte y evitar sentir el daño. Pero el veneno se queda con ella, se va acumulando dentro de su ser y la va dominando poco a poco, hasta que un día todo lo que considera especial será una espina que ha de arrancarse del pecho en el que ya sólo quedarán los agujeros que dejan y que ahí quedarán para siempre, porque el veneno lo ha convertido en una tierra yerma donde ya no será posible sembrar las semillas de nada nuevo.
Y se ha dado cuenta de que todo eso ya ha comenzado y no sabe si será capaz de pararlo.

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