Y mis ojos ven en la distancia,
pero no me miras, ni siquiera me percibes. El tiempo se para y yo me paro con él. Mientras, sigues adelante, y yo sólo puedo seguirte con la mirada mojada, viendo como te alejas, sabiendo que puede que nunca vuelva a estar tan cerca... y me pregunto si notarás cuando ya no esté aquí.
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