Hemos ido avanzando, dejándonos llevar por donde estaba el hilo, hasta que de repente nos encontramos que está roto, su extremo en nuestras manos, miramos al horizonte y no se atisba el otro pedazo.
Es hora de buscar nuestro camino por nosotros mismos...
Estoy tan escondido que será difícil que salga del agujero en que me resguardo para que nadie sepa lo que me duele. Lo aprendí de ti... Sólo que en vez de odiarte... Releo la dedicatoria que te hice...
Estoy tan escondido que será difícil que salga del agujero en que me resguardo para que nadie sepa lo que me duele.
ResponderEliminarLo aprendí de ti... Sólo que en vez de odiarte... Releo la dedicatoria que te hice...