jueves, 23 de mayo de 2013

Pasado

Y por mucho que hayamos aprendido, por mucho que hayamos avanzado, no podemos olvidar el pasado. No es que nos siga condicionando. Ya no somos los de entonces. Pero las lecciones aprendidas, las evitadas, las acciones pasadas... todo sigue ahí y nada podrá cambiarlo. Por ello es casi imposible no sentir una punzada de incertidumbre cuando un hecho se repite, una situación exacta se vuelve a dar. Ya no somos los mismos, pero un mosquito nos pica detrás de la oreja cuando nos damos cuenta de aquellas cosas que, aunque por mera coincidencia, se repiten igual.

2 comentarios:

  1. Pero si sólo va a repetirse lo malo no vamos a ningún lado. ¿Siempre va a ser lo mismo? ¿Un baile de un paso adelante, dos hacia atrás? Si sigue así, optaré por salirme de la pista, antes de que me saquen...

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  2. La impaciencia me puede... debo aprender a controlarla, no sólo para la galería...

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