Y se nos confirman los temores... el cambio no existe, sólo ha sido una fugaz visión de lo que nos hubiera gustado, pero no es real, no ha cambiado la cosa, no han cambiado las reacciones, no han cambiado los sentimientos... hemos vuelto al bucle del que habíamos escapado, por separado...
Quizás ahí está la respuesta, por mucho que no quiera...
Y entonces me he dado cuenta, que si bien por separado, no he de dejar lo aprendido atrás porque ya no lo estemos, sólo hay que evitar que nuestras corrientes vayan libres y nos arrastren, debemos ser los que las dirijan y no los zarandeados por ellas.
ResponderEliminarYo sí he experimentado un cambio, quizás no tan drástico como quisiera, pero sí lo suficiente para ser consciente y no querer dejarme arrastrar por lo que nos aleja. Se puede controlar, no con una presa, sino con suaves curvas que lo dirijan a nuestra meta.
Pero es un trabajo de equipo, no sirve de nada si sólo uno se aplica.