Cuando ya pensabas que alguien no podía decepcionarte más, incluso en la distancia, te llevas una ingrata sorpresa al ver cómo puede hacer eso y mucho más. Puede hacer que te des cuenta que todo lo pasado y por lo que te habías esforzado era una mentira, que ni tus mejores intenciones y tus sacrificios habrían servido de nada porque simplemente no quería pasar página y dejarte un sitio a ti.
Pero claro, eso lo sabemos ahora, por aquel entonces sólo escuchabas lo que te decía, no pensabas que lo que hacía era esconder y disimular, de manera que apoyar esas ideas era en realidad ponerte en su contra.
Y es triste y cansa darse cuenta de todo eso, de ver no sólo que ya no importas sino que en el fondo nunca has importado, y entonces te preguntas como puede alguien ser tan cruel con otra persona.
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