domingo, 9 de julio de 2017

Lo más simple

Y las cosas más simples
son a veces las más difíciles.

Llegar y simplemente querer hablarte. Comentarte el día, charlar un rato. Sentarme a tu lado y sentir tu presencia mientras mi mente divaga y vuelca las palabras que tiene encerradas. Apoyarme en tu pecho y cerrar los ojos. Aspirar tu aroma y arrebujarme contra tu cuerpo, mientras mi nariz busca el hueco de tu cuello, entre tu hombro y tu oreja.

Quizás es tan difícil, porque no es tan simple. No puedo pensar en sólo hablarte.

Y por eso no lo hago.

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