Hemos ido avanzando, dejándonos llevar por donde estaba el hilo, hasta que de repente nos encontramos que está roto, su extremo en nuestras manos, miramos al horizonte y no se atisba el otro pedazo. Es hora de buscar nuestro camino por nosotros mismos...
sábado, 26 de marzo de 2016
Desconcierto
No entiendo qué es lo que ha pasado. No entiendo que se ha activado dentro de mi. Mis ojos intentan lavar mi corazón maltrecho, limpiar sus heridas, pero sólo consiguen dejarlas más al descubierto. Mi mente intenta recobrar la serenidad que nos ha permitido seguir andando este tiempo, pero poco a poco, se asientan en ella esas ideas que nos atacan y nos destruyen, que nos colocan en esa posición que antaño nos enloquecía, que nos desvalorizaba, que nos sumía en la espiral de dolor y autocompasión por lo perdido.... tanto lo pasado como lo que ya nunca vendrá, por saber haber sido el juego, la engañada, la inocente, la tonta... la que creyó en el destino y que nunca tuvo una oportunidad.
miércoles, 16 de marzo de 2016
Siguen pasando los días
A veces siento que el tiempo pasa muy lento. Apenas he visto dos lunas crecer, aunque luego me parece eterno. Siento que llevo una eternidad sin ti, tu vacío es algo tan habitual, que apenas lo percibo. Tan poco tiempo desde que tuve que aguantar los pedazos rotos para mantenerme firme, pero tanto tiempo que me mortifico por no haberme sobrepuesto del todo. No puedo olvidar esta vida sin ti y otras veces no recuerdo la vida contigo. Te recuerdo cuando te olvido.
miércoles, 2 de marzo de 2016
Paso a paso
Ya ni siquiera pienso cómo estarás. Si estás bien, no quiero saberlo. Si estás mal, de qué me sirve.
Ya ni siquiera quiero hablarte, ni escribirte. Ya no tengo palabras para ti, porque tú ya no eres tú, tú ya no estás, desapareciste de este mundo, de mi mundo, y sólo sobrevivió la sombra de lo que fuiste, quién mató al que quisiste ser, aquel que, al final, se descubrió como un espejismo que ocultaba la oscuridad que no había desaparecido. Y tengo que huir de esa oscuridad, porque me envuelve y encierra, consume mis fuerzas y me mata, poco a poco, cada día, incluso en la distancia.
Ya ni siquiera quiero hablarte, ni escribirte. Ya no tengo palabras para ti, porque tú ya no eres tú, tú ya no estás, desapareciste de este mundo, de mi mundo, y sólo sobrevivió la sombra de lo que fuiste, quién mató al que quisiste ser, aquel que, al final, se descubrió como un espejismo que ocultaba la oscuridad que no había desaparecido. Y tengo que huir de esa oscuridad, porque me envuelve y encierra, consume mis fuerzas y me mata, poco a poco, cada día, incluso en la distancia.
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