Hemos ido avanzando, dejándonos llevar por donde estaba el hilo, hasta que de repente nos encontramos que está roto, su extremo en nuestras manos, miramos al horizonte y no se atisba el otro pedazo. Es hora de buscar nuestro camino por nosotros mismos...
martes, 20 de mayo de 2014
Lucha
Luchaba cada día por olvidar aquello por lo que había luchado tanto, luchaba por rendirse, por darse por vencida, luchaba por renunciar a lo que más había querido en toda su vida. Nunca una lucha le había costado tanto, nunca había sufrido de esa manera, dejarse vencer no era una opción, tenía que olvidar, no podía seguir recordando, ella ya había sido olvidada y el saberlo sólo la destrozaba un poco cada vez que lo recordaba, debía olvidar.
Pero cuando la lucha se volvía más llevadera, cuando el dolor empezaba a no ser tan profundo, cuando creía que podría vencer esta lucha que en el fondo, creía imposible de superar, un golpe certero la lanza al suelo, una señal de vida que creía para siempre perdida mina sus fuerzas y agrieta su coraza (de nuevo) que aún es demasiado fina. Recuerda, revive, siente de nuevo, y vuelve a cometer los mismo errores de antaño, y durante unos momentos se olvida que luchaba por olvidar. Y al no olvidar recuerda que, menos para ella, esto es sólo un juego, en el que su corazón es la apuesta que siempre pierde y ella el jugador por el que al final nadie apuesta.
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